La Historia
La Historia
de la música es el
estudio de las diferentes tradiciones en la música y su ordenación en el tiempo.
Dado que toda cultura conocida ha tenido alguna forma de
manifestación musical, la historia de la música abarca a todas las sociedades y
épocas, y no se limita, como ha venido siendo habitual, a Occidente, donde se
ha utilizado la expresión «historia de la música» para referirse a la historia
de la música europea y su evolución en el mundo occidental.
La música de una cultura está estrechamente relacionada con otros
aspectos de la cultura, como la organización económica, el desarrollo técnico, la actitud de los compositores y su relación con los oyentes, las ideas
estéticas más generalizadas de cada comunidad, la
visión acerca de la función del arte en la sociedad,
así como las variantes biográficas de cada autor.
En su sentido más amplio, la música nace con el ser humano, y ya
estaba presente, según algunos estudiosos, mucho antes de la extensión del ser humano por el planeta, hace más de
50 000 años.1 Es por tanto una manifestación cultural
universal.
Música en la
Prehistoria (50.000
a.C. - 5.000
a.C.)
Artículo
principal: Música en la prehistoria.
Danza
de Cóguil (provincia de Lérida). En esta pintura rupestre varias mujeres danzan alrededor de un
hombre desnudo. Los ritos asociados con danzas y ritmos repetitivos eran
habituales en casi todas las culturas prehistóricas.
Se ha
demostrado la íntima relación entre la especie humana y la música, y mientras
que algunas interpretaciones tradicionales vinculaban su surgimiento a
actividades intelectuales vinculadas al concepto de lo sobrenatural (haciéndola
cumplir una función de finalidad supersticiosa, mágica o religiosa),
actualmente se la relaciona con los rituales de apareamiento y con el trabajo
colectivo.2
Para el hombre primitivo había dos señales que evidenciaban la
separación entre vida y muerte: el movimiento y el sonido. Los ritos de vida y
muerte se desarrollan en esta doble clave. En el llamado arte
prehistórico danza y
canto se funden como símbolos de la vida mientras que quietud y silencio se
conforman como símbolos de la muerte.
El hombre primitivo encontraba música en la naturaleza y en su
propia voz. También aprendió a valerse de rudimentarios objetos (huesos, cañas,
troncos, conchas...) para producir sonidos.
Hay constancia de que hacia el 3000
a. C. en Sumeria ya contaban con instrumentos de percusión y cuerda (lira y arpa).
Los cantos cultos antiguos eran más bien lamentaciones sobre textos poéticos.
En la prehistoria aparece la música en los rituales de caza o de guerra y en las
fiestas donde, alrededor del fuego, se danzaba hasta el agotamiento. La música
está basada principalmente en ritmos y movimientos que imitan a los animales.
Las manifestaciones musicales del hombre consisten en la exteriorización de sus
sentimientos a través del sonido emanado de su propia voz y con el fin de
distinguirlo del habla que utiliza para comunicarse con otros seres.
Los primeros instrumentos fueron objetos, utensilios o el mismo
cuerpo del hombre que podían producir sonidos. Estos instrumentos podemos
clasificarlos en:
a) Autófonos: aquellos que producen sonidos por medio
de la materia con la que están construidos, son instrumentos de percusión,
hueso contra piedra por ejemplo.
b) Membranófonos: serie de instrumentos más sencillos que
los construidos por el hombre. Tambores: hechos con una membrana tirante, sobre
una nuez de coco, un recipiente cualquiera o una verdadera y auténtica caja de
resonancia.
c) Cordófonos: de cuerda, el arpa.
d) Aerófonos: el sonido se origina en ellos por
vibraciones de una columna de aire. Uno de los primeros instrumentos: la
"flauta" en un principio construida con un hueso con agujeros.